niños y adolescentes. Sin embargo, en América Latina, hay un incremento de planteamientos
que señalan que la institución escolar debe reestructurarse para el logro de sus objetivos. En
este trabajo analizaremos algunas de las dimensiones que inciden en la crisis de la educación
media en América Latina. Para ello tendremos en consideración factores como la misión de la
educación, la medida en que cumple un rol incluyente, su flexibilidad para readecuar las
respuestas en el contexto de cambios históricos y culturales, la importancia de que sean
incorporadas las transformaciones propias del sujeto juvenil en las nuevas condiciones de
existencia.
El desarrollo intelectual, durante la fase juvenil, es parte importante del empuje para insertarse en el mundo de una nueva forma, trae recursos para la diferenciación identitaria de los y las
adolescentes de su grupo familiar y para el replanteamiento de las relaciones con el mundo. La
simbolización, la generalización y la abstracción introducen visiones más amplias y diversas de
los acontecimientos. Esto es, la persona adolescente puede "reflexionar", volver la mirada sobre
su propia forma de pensar y ser, así como sobre la de los demás.
Las condiciones que dan sentido a la oferta educativa y los supuestos que la sustentan han tenido
grandes transformaciones con el correr de la historia. La cobertura de la educación primaria se ha
tornado obligatoria y la educación secundaria ha dejado de ser una instancia de minorías. Obiols y
Obiols (1995) destacan hitos importantes en este desarrollo: en el siglo XVIII emerge la
importancia de la educación, al punto de ser llamado el siglo de las luces. Se cree en la
maleabilidad del ser humano y en la posibilidad de desarrollar a la persona que se desee. En el
siglo XIX el sistema de enseñanza adquiere un carácter público y estatal y busca la formación del
ciudadano con una función económico social.
En la segunda mitad del siglo XX la educación secundaria pasa a generalizarse en los países de
mayores recursos y llega a tener como objetivo “otorgar una base de sustentación cultural desde
la cual se pueda entender el mundo en el cual se está ubicado y permita desenvolverse en él. Tal
base, hasta mediados de ese siglo, era la escuela primaria. Hoy lo es la escuela media” (Zanotti,
citado en Obiols y Obiols,1995). Así, este período educativo que estaba pensado como la
preparación para la universidad, pasa a ser una prolongación de la educación primaria. Además,
la misión que en sus orígenes fue trabajar la maleabilidad humana para llegar a una meta
predeterminada, ha dado lugar al problema del saber para enfrentar la rápida obsolescencia del
conocimiento y a replantear el sujeto de la educación. Las personas en la fase juvenil ya no
corresponden a un pre-proyecto de futuro y requieren enfrentar los cambios y la incertidumbre
con imaginación y alta capacidad de aprendizaje.
Germán Rama (1997) destaca que en muchos países de América Latina, los desafíos de la
educación no solo son entrar al siglo XXI, sino dar el salto, en diversos aspectos, desde el siglo
XIX al XXI. Concluye que la capacidad de respuesta a los problemas cruciales de la educación
depende, en buena medida, del nivel de desarrollo de los países latinoamericanos y de la relación
en que se encuentren con respecto a los avances y demandas en el contexto mundial. Destaca la
diversidad de niveles de desarrollo que presentan los países de América Latina y aporta una
tipología valiosa en la consideración de las estrategias educacionales.
De acuerdo a esta tipología, los países pueden ser clasificados de la siguiente forma:
-Países de temprana modernización social y educativa, donde la educación fue una
prioridad social, no económica.
- Países de modernización educativa acelerada, donde la educación fue un elemento con
el que se trató de avanzar en la democratización.
-Países de crecimiento económico con desequilibrio estructural donde se encuentran
realidades muy divergentes al interior del mismo país.
-Países y regiones con fuerte participación de la población indígena o culturalmente
diferentes.
- Países de base agraria y escaso desarrollo socioeconómico.
Tengamos en cuenta tambien que la educación debe ser unos de los pilares más fuertes de nuestra sociedad, de nuestro país, pero hoy en día no es así. Si dejamos que se derrumbe ese pilar, nuestra sociedad y nuestro país también caerán. Porque nosotros, los jóvenes, las nuevas generaciones somos los responsables de que nuestra vida, nuestra sociedad avance. No son los políticos con estúpidas campañas y mentiras, no es Zapatero, ni el presidente de turno, somos nosotros. Pero si no adquirimos una formación, una educación, unos valores sólidos, consistentes y fuera de dudas, estos personajes llamados políticos nos manipularan a su antojo, seremos sus marionetas sin tan siquiera saberlo nosotros.
Por eso es necesario una buena base educacional, que nosotros mismos nos demos cuenta de que estamos perdiendo valores tan importantes como el esfuerzo, el sacrificio, el compañerismo, la lealtad, etc. Y hacer gala de todos esos valores aplicándolos a todas las vicisitudes de nuestra vida.
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